Frutillar es un pintoresco pueblo del sur de Chile ubicado sobre el Lago Llanquihue.
El majestuoso Volcán Osorno domina el paisaje.
Tiene una playa de arena volcánica para refrescarse los días de calor intenso.
Frutillar cobijó a los primeros colonos alemanes que llegaron a Chile alrededor del año 1850.
Hay hermosas casas con jardines primorosos y bien cuidados.
Allí se pueden degustar distintas variedades de Kuchen. Deliciosas tortas con frutas de la región.
Se puede tomar una excursión desde Puerto Varas o Puerto Montt, pero también hay transporte público y es muy económico. Para llegar a la zona histórica hay que tomar el ómnibus que dice " Baja Frutillar".
No hay que dejar de visitar el Museo de los Colonos Alemanes, situado en el Bajo frutillar a solo una cuadra de la avenida costanera.
Este Museo, además de poseer una de las más hermosas vistas es una muestra cabal de la vida de los colonos germanos.
Aquí vemos una vista de la casa principal, rodeada de un parque exhuberante.
El interior está ambientado como en la época colonial
Hasta podemos ver juguetes de niños como este precioso castillo medieval.
El predio alberga un enorme Picadero de forma redonda, que utilizaban durante el invierno para cobijar a los animales.
El complejo del Museo también tiene el edificio que alberga el Molino. En este edificio hay una reseña histórica del lugar donde se aprecia el esfuerzo de los pioneros para doblegar a la naturaleza.